Nuestras ciudades tras la pandemia, con las personas en el centro
Una invitación a buscar una nueva forma de gestionar las metrópolis que garantice menos desigualdad y conflictos urbanos
Una nueva metrópolis surgirá cada dos semanas durante los próximos 15 años, ¡alcanzando así un total de 429 nuevas metrópolis! Los procesos de urbanización y, en particular, de metropolización que están ocurriendo en todo el mundo, se están produciendo a un ritmo acelerado nunca antes visto en la historia de la humanidad. Y, como en todo proceso, encontramos las dos caras de una misma moneda: riqueza, bienestar, cultura y oportunidades para las personas, versus desafíos apremiantes como intensificación de la desigualdad, segregación social, degradación ambiental, cambio climático y la amenaza más reciente que enfrenta el planeta, la pandemia por la covid-19.
La pandemia no solo ha visibilizado rotundamente las contradicciones y vulnerabilidades de nuestras sociedades urbanas, sino que también ha profundizado y acelerado tensiones y desigualdades preexistentes, especialmente en relación con las mujeres, por ejemplo, las tareas de cuidados. Retos y dilemas más y más complejos que no pueden plantearse al margen de la cuestión de la gobernanza y, en particular, de la gobernanza metropolitana. ¿Y por qué es así?
Esa continua expansión territorial de las ciudades, que venimos mencionando, tiene como resultado la aparición de espacios urbanos discontinuos, descentralizados y policéntricos que generan nuevos entornos metropolitanos. Las vastas metrópolis, como son Berlín, Bogotá, Montréal, Cairo o Seúl, son lugares profundamente interconectados, donde las personas vivimos, trabajamos, compramos y utilizamos servicios de diferentes jurisdicciones a lo largo de un mismo día. Por ello, las consecuencias sanitarias, sociales y económicas que esta nueva enfermedad está causando en la ciudadanía que vive en estas aglomeraciones urbanas no quedan contenidas de ninguna manera dentro de los límites jurisdiccionales y/o municipales establecidos.
Nos encontramos ante un fenómeno, la metropolización del mundo, que a día de hoy parece imparable. Sin embargo, con demasiada frecuencia, la falta de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, o incluso la competencia entre ellos, deja a los espacios metropolitanos incapaces de capitalizar los beneficios del crecimiento urbano y minimizar sus externalidades negativas.
Día Mundial Metropolitano: Las metrópolis frente a la pandemia
Las metrópolis pronto se convertirán en el tipo de asentamiento humano con mayor población en el mundo. Se proyecta que el número de personas que viven en metrópolis aumentará a 3,47 mil millones para 2035. En otras palabras, representarán el 39% de la población mundial y el 62,5% de la población urbana mundial.
Y, aunque indiscutiblemente estas zonas tienen un impacto local, regional y mundial crucial, hay una falta palpable de institucionalización de la gobernanza metropolitana. Los cinco elementos esenciales que tendríamos que tener en cuenta para asegurar una gobernanza efectiva a escala metropolitana son: el liderazgo y voluntad política, una visión estratégica y de futuro, un marco jurídico e institucional apropiado, capacidades técnicas y financieras y, por último, la incorporación de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones y co-creación del espacio metropolitano, para que dicha gobernanza responda a las necesidades reales de la sociedad y sitúe a la ciudadanía y la mejora de su calidad de vida en el centro de las decisiones. Este último elemento suele quedar a menudo descafeinado o deliberadamente olvidado en la construcción de los espacios metropolitanos.
¿Sabrían decir dónde empieza y dónde acaba su ciudad? ¿A qué nivel de gobierno o administración pública dirigirse para cada uno de los trámites necesarios en su día a día? La complejidad de los espacios metropolitanos —hablamos de ciudades cuyas periferias están en continuo cambio, desarrollo y crecimiento— dificulta la implementación de la participación ciudadana.
Por otro lado, las áreas metropolitanas también son fuente de importantes desigualdades y desafíos ambientales. Por ejemplo, cuando no se gestiona adecuadamente, la alta densidad de población y la expansión urbana hacen que los territorios metropolitanos sean cada vez más desiguales, generando a menudo violencia como resultado de conflictos urbanos. Y, este año, el distanciamiento social y la cuarentena probablemente hayan exacerbado este fenómeno.
Esta y muchas otras cuestiones cruciales se abordaron durante el evento virtual Metrópolis frente a la pandemia, organizado conjuntamente por la Asociación Mundial de las Grandes Metrópolis (Metropolis) y el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Habitat) este 7 de octubre, culminando así la campaña del Día Mundial Metropolitano de este año (celebraciones que anualmente se lleva a cabo en dicha fecha para conmemorar el aniversario de la Declaración de Montreal sobre Áreas Metropolitanas de 2015).
Podemos elegir alguna de las razones mencionadas en este artículo o muchas otras, pero el resultado es el mismo: necesitamos un (re)pensar en la gobernanza metropolitana que garantice menos desigualdad y conflictos urbanos, entre otros muchos retos. Así se desprende del recientemente lanzado Llamado a repensar nuestros espacios metropolitanos, que aboga por la necesidad de una mayor cooperación entre las metrópolis a escala internacional y, en definitiva, por hacer las cosas de manera diferente tras esta pandemia. Este año, la crisis de la covid-19 ha revelado al mundo que el liderazgo metropolitano en las agendas globales es clave para dar respuesta a los desafíos globales acuciantes que venimos mencionando, porque es precisamente en ellas donde más se sufren. Y, en un contexto mundial cambiante e incierto como el actual, es más urgente que nunca para poder asegurar la calidad de vida de las personas.
Octavi De la Varga es secretario general de Metropolis, Red mundial de grandes ciudades y áreas metropolitanes, con amplia experiencia en la acción internacional de los gobiernos locales, cooperación y gobernanza local.
Marta Briones Hernández es periodista especializada en Relaciones Internacionales. Comprometida con temas de justicia global, derechos humanos y cooperación internacional, trabaja actualmente como técnica de comunicación en Metropolis, Red mundial de grandes ciudades y áreas metropolitanas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.